jueves, 12 de febrero de 2009

José Fernández Romero (Siglo XVIII)

Natural de La Palma. Se bautizó en la parroquia del Salvador, de Santa Cruz, el 26 de abril de 1682 ante el Licenciado Gaspar Machado. Había nacido el 18 de dicho mes. Fue su padrino el sargento D. Diego de Guisla y Castilla, regidor.
En 1712, con el grado de capitán, solicita examen para el título de piloto de las provincias de Nueva España, islas y puertos de su costa y barlovento, ante el tribunal de la Casa de Contratación de Sevilla, para lo cual presenta varias certificaciones notariales que apoyan y acompañan su solicitud. Una de ellas es un documento presentado ante el escribano público y del número, Riva (de la Isla de Tenerife), del capitán Diego Ambrosio de Milán, en la que se da fe que “el capitán Joseph Romero, piloto de la Carrera de Indias, hizo viaje del puerto de Santa Cruz (de Tenerife) al de San Cristóbal de La Habana en el navío “Nuestra Señora del Rosario y San Pedro Alcántara” su capitán Don Mathías Rosa de Solís y aviendo buelto de su torna viaje hizo otro redondo al puerto y villa de San Francisco de Campeche en el del capitán Amaro Rodríguez Phelipe nombrado Nuestra Señora de Candelaria Santo Domingo y San Bicente y en el mismo bolvio a el de Santiago de Leon de Caracas cuyos viajes y torna viajes hizo sin acompañado de piloto en los años de mill setecientos y cinco hasta el presente y unos y otros solo sin embarcación que fuesen en conseva de los referidos navios y en ocasiones que a oydo hablar del suso dicho a sido con aprovación de su arte…
También se adjuntan, a modo de probanza (es su madre Escolástica quien lo promueve), los testimonios de varios testigos afectos a la familia, en los que se hace hincapié de la honradez, no solo del interesado, sino también de su más próximos antepasados; se trata de una certificación de Limpieza de Sangre. En todas las justificaciones se acredita que el Capitán es nieto de Manuel Fernández e Ignes Romero y de Diego González e Isabel de la Cruz, y que todos son o han sido “cristianos bien limpios de toda mancha de moros, judíos ni penitenciados por el Santo oficio ni an tenido oficio vil ni otro acto en que aian delinquido de su onrrado proceder…
En Sevilla, ciudad donde reside, “parezco ante vuestra merced y digo quiero pretendo examinarme de piloto de la Carrera de Indias, Provincia de Nueva España, Islas y Puertos de su costa y Barlovento, por ser marinero practico abil y cursado en la dicha probincia por haver navegado a ellas en diferentes viajes en distintos navios sirviendo plazas de paje, grumete, contramaestre acompañado de piloto y piloto principal ganando sueldo por ello…mas de veinte años…” Adjunta a la solicitud fe de bautismo, certificación de viajes como piloto principal y el ya citado testimonio de limpieza de sangre expedido por la justicia de la Isla de La Palma.
Mediante el correspondiente auto, Don Francisco Antonio de Orbe, cosmógrafo y piloto mayor por su Majestad de la Carrera de Indias, habiendo visto la solicitud, “dijo que admitia y admitio a el dicho examen a el dicho capitan Joseph Fernandez Romero el qual oyga la cathedra de cosmografía y parte tehorica los sesenta dias que disponen las reales ordenanzas…
En la probanza que se adjunta al auto todos los testigos se reafirman en las habilidades del interesado a la hora de ejercer de piloto y confirman las virtudes personales que posee.
El 27 de septiembre de 1712, en la sala donde “el prior y consules de los cargadores a Indias de esta dicha ciudad (Sevilla) hacian audiencia” es examinado “y salio aprovado el dicho capitan Joseph Fernandez Romero por todos botos nomine discrepante de rigor de justicia por piloto de la dicha provincia…y en presencia de todos los suso dichos le dio el grado de tal piloto de la dicha provincia…”.
En 1717 aparece citado en un “Registro de ida a La Habana” del Archivo General de Indias, como maestre del navío Nuestra Señora de la Concepción. Tres años después, y proveniente de la misma fuente, aparece citado como maestre de la nao Nuestra Señora de la Concepción, alias “el caballo marino”.
Al parecer se le concede a este piloto palmero cierta importancia a la hora de impulsar el naciente comercio entre los primeros colonos canarios del asentamiento de Montevideo (que llegará a ser capital del Uruguay) necesitados y deseosos de abrir una ruta comercial entre Río de la Plata y su patria chica- las Isla Canarias- ante la creciente y no siempre pacífica ocupación militar portuguesa en la zona (detalle éste que hizo que la corte española favoreciese tales iniciativas a fin de contener el avance portugués). Según M. Hernández González, Joseph Fernández Romero, gran conocedor de las rutas marítimas americanas, fue clave en las negociaciones con la Corte. Y añade “Interesado en la ampliación del régimen mercantil canario hacia  el Río de la Plata, es nombrado por el cabildo de Buenos Aires para gestionarlo ante el Consejo de Indias. A cambio de un buque anual de 250 toneladas entre las Canarias y ese puerto en el que se transportarían vinos, aguardientes y telas vastas a la ida y frutos del Río de la Plata a la vuelta, se llevarían 5 familias canarias por cada cien toneladas y 20 más a cambio de un flete sufragado por la Corona de 150 pesos por cada una
Existe una referencia (Archivo General de Indias) a un tal Joseph Fernández Romero como remitente de una carta enviada desde la Habana a Tomás Ruiz de Apodaca, célebre comerciante de Cádiz. Es del año 1745. Se ser el citado piloto palmero, tendría 63 años de edad.

AGI. CONTRATACIÓN, 57B, N.51

ORTEGA DE LA MANO, G.






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