Según la genealogía que consta en el expediente de la Orden de Santiago, don Francisco Díaz Pimienta nació en La Habana y fueron sus padres el capitán don Francisco Díaz Pimienta, natural de la isla de La Palma y regidor que fue de dicha isla, y doña Juana Pérez de Mendizábal. Fueros sus abuelos paternos el capitán Diego Díaz Pimienta y Mayor Franco, naturales de la isla de La Palma y sus abuelos maternos Juan Pérez de Mendizábal y doña María de Lezcano, naturales y originarios de la provincia de Guipúzcoa, en Oñate.
Wangüemert Poggio, de quien hemos extraído algunas de estas notas biográficas, advierte de ciertos errores geográficos en el citado expediente. Por ejemplo, se sabe que Diego Díaz Pimienta y Mayor Franco no son realmente palmeros, sino que proceden de Portugal.
Aunque como lugar de nacimiento se cita La Habana, no existen documentos probatorios de dicha circunstancia y autores palmeros como Juan B. Lorenzo o Pedro José de las Casas Pestana sostienen que don Francisco Díaz Pimienta fue hijo natural del capitán palmero del mismo nombre, “sin que nadie pueda, con sólidos argumentos, arrebatarle a la isla de La Palma, la gloria de contarle entre sus ilustres hijos”.
Juan B. Lorenzo llega a precisar su fecha y lugar de nacimiento en el tomo II de sus Apuntes para la historia de La Palma: el 14 de agosto de 1594, en el lugar de Tazacorte.
En 1610 se hallaba en Sevilla estudiando la carrera eclesiástica, donde era conocido como el isleño, recibiendo de su padre y de la esposa de éste, doña Beatriz, la suma de 1.500 reales hasta graduarse de bachiller. Se dice de él que a los 14 años ya había leído a Tito Livio y a Quinto Curcio.
Una vez fallecido su padre, en 1610, Francisco Díaz Pimienta, hijo, pasó a Cartagena, donde se enroló en la Marina, haciendo su primera campaña en Flandes.
En premio por haber salvado de morir ahogado al capitán de su navío fue promovido al grado de alférez.
Por su destacado valor y pericia fue enviado a las Indias con el encargo de perseguir a los piratas, donde continuaron sus proezas y victorias, como es el caso del brillante auxilio prestado al gobernador de Maracaibo, al conseguir apoderarse del fortín que los españoles habían abandonado y, utilizando los cañones de la guarnición, liberar a aquella ciudad de los filibusteros que la tenían asediada.
Tras varios años de servicios a la corona, regresó a España en 1634, donde una enfermedad de pecho le obligó a permanecer en tierra firme unos años, tiempo en el que tuvo ocasión de contraer matrimonio con María Alfonsa Jacinta de Vallecilla y Ojeda, primera marquesa que fuera de Villareal de Burriel. La ceremonia se celebró en Portugalete (Vizcaya), el 26 de enero de 1636.
En 1637, al mando de la Escuadra del Océano, nos encontramos a don Francisco Díaz Pimienta en Menorca, donde ocuparía el cargo de gobernador de la isla, cargo que abandona en el mismo año de 1937, ocupando su puesto el baile general Pedro de Guevara. No es la única visita del almirante a la isla, a la que volvería en diversas misiones, en 1646 o en 1648. A pesar de sus deseos, no volvió a ocupar el puesto de gobernador de la isla al considerar la corona que no era la persona adecuada, por no proceder de los territorios de la corona de Aragón.
En 1641 Felipe IV le nombra general y almirante de la Armada de Indias, donde se “distinguió admirablemente por su heroísmo y grandes facultades navales, como ya lo había hecho su eminente padre, en esos mismos mares”, a decir de Juan B. Lorenzo.
Entre otras hazañas, se atribuye al general almirante Díaz Pimienta, el haber echado a los ingleses de las islas de Santa Catalina y Providencia, en premio de cuya hazaña, el rey le concedió el hábito de Santiago.
En relación con dicho acontecimiento, transcribimos, a continuación un documento citado por Juan B. Lorenzo, procedente del archivo del Marqués de Guisla Guiselín:
“Doña Lucía Díaz Pimienta, viuda del Alférez mayor Gabriel del Valle, Alguacil del Santo Oficio de la Inquisición, hija del capitán Francisco Díaz Pimienta y hermana del General Francisco Díaz Pimienta, digo: Que por orden de S.M., que Dios guarde, fue a las Indias a traer el dinero don Francisco Díaz Pimienta, su hermano, el año pasado de 1641; y que en el ínterin llegaba el tiempo de traer la plata a España, desalojó a los ingleses que ocupaban la isla de Santa Catalina que está a noventa leguas de Cartagena, el dicho General mi hermano, con la dicha orden de S.M. fue con su armada y desalojó a los ingleses por fuerza de armas, por el favor de Dios; y después de haberlos rendido, entre los despojos que de ellos hubo fueron banderas, de las cuales me ha enviado dos y la descripción de la dicha isla de Santa Catalina para que se ponga en hacimiento de gracias en nuestra Capilla de Santa Ana, sita en la parroquia del Señor San Salvador de esta ciudad que edificó y dotó con muchas memorias el referido nuestro padre don Francisco Díaz Pimienta. A Vmd pido y suplico mande se pongan en la dicha nuestra capilla de Santa Ana las dichas dos banderas y la descripción de la isla de Santa Catalina; pues todo lo que en este asunto digo es público y notorio pública voz y fama; y el día que se hubieren de poner, se digan dos misas cantadas con diácono y subdiácono, la una al Espíritu Santo y la otra a nuestra señora Santa Ana, que pagaré limosna de ellas, y pido justicia = doña Lucía Díaz Pimienta”.
Don Francisco Díaz Pimienta fue nombrado Consejero de Guerra de S.M. y Almirante de su Real Armada. Títulos a los que agregó el de Señor de Puerto Real, cuyo señorío fue transmitido a su hijo primogénito.
El Almirante falleció en 1652.
Wangüemert Poggio, de quien hemos extraído algunas de estas notas biográficas, advierte de ciertos errores geográficos en el citado expediente. Por ejemplo, se sabe que Diego Díaz Pimienta y Mayor Franco no son realmente palmeros, sino que proceden de Portugal.
Aunque como lugar de nacimiento se cita La Habana, no existen documentos probatorios de dicha circunstancia y autores palmeros como Juan B. Lorenzo o Pedro José de las Casas Pestana sostienen que don Francisco Díaz Pimienta fue hijo natural del capitán palmero del mismo nombre, “sin que nadie pueda, con sólidos argumentos, arrebatarle a la isla de La Palma, la gloria de contarle entre sus ilustres hijos”.
Juan B. Lorenzo llega a precisar su fecha y lugar de nacimiento en el tomo II de sus Apuntes para la historia de La Palma: el 14 de agosto de 1594, en el lugar de Tazacorte.
En 1610 se hallaba en Sevilla estudiando la carrera eclesiástica, donde era conocido como el isleño, recibiendo de su padre y de la esposa de éste, doña Beatriz, la suma de 1.500 reales hasta graduarse de bachiller. Se dice de él que a los 14 años ya había leído a Tito Livio y a Quinto Curcio.
Una vez fallecido su padre, en 1610, Francisco Díaz Pimienta, hijo, pasó a Cartagena, donde se enroló en la Marina, haciendo su primera campaña en Flandes.
En premio por haber salvado de morir ahogado al capitán de su navío fue promovido al grado de alférez.
Por su destacado valor y pericia fue enviado a las Indias con el encargo de perseguir a los piratas, donde continuaron sus proezas y victorias, como es el caso del brillante auxilio prestado al gobernador de Maracaibo, al conseguir apoderarse del fortín que los españoles habían abandonado y, utilizando los cañones de la guarnición, liberar a aquella ciudad de los filibusteros que la tenían asediada.
Tras varios años de servicios a la corona, regresó a España en 1634, donde una enfermedad de pecho le obligó a permanecer en tierra firme unos años, tiempo en el que tuvo ocasión de contraer matrimonio con María Alfonsa Jacinta de Vallecilla y Ojeda, primera marquesa que fuera de Villareal de Burriel. La ceremonia se celebró en Portugalete (Vizcaya), el 26 de enero de 1636.
En 1637, al mando de la Escuadra del Océano, nos encontramos a don Francisco Díaz Pimienta en Menorca, donde ocuparía el cargo de gobernador de la isla, cargo que abandona en el mismo año de 1937, ocupando su puesto el baile general Pedro de Guevara. No es la única visita del almirante a la isla, a la que volvería en diversas misiones, en 1646 o en 1648. A pesar de sus deseos, no volvió a ocupar el puesto de gobernador de la isla al considerar la corona que no era la persona adecuada, por no proceder de los territorios de la corona de Aragón.
En 1641 Felipe IV le nombra general y almirante de la Armada de Indias, donde se “distinguió admirablemente por su heroísmo y grandes facultades navales, como ya lo había hecho su eminente padre, en esos mismos mares”, a decir de Juan B. Lorenzo.
Entre otras hazañas, se atribuye al general almirante Díaz Pimienta, el haber echado a los ingleses de las islas de Santa Catalina y Providencia, en premio de cuya hazaña, el rey le concedió el hábito de Santiago.
En relación con dicho acontecimiento, transcribimos, a continuación un documento citado por Juan B. Lorenzo, procedente del archivo del Marqués de Guisla Guiselín:
“Doña Lucía Díaz Pimienta, viuda del Alférez mayor Gabriel del Valle, Alguacil del Santo Oficio de la Inquisición, hija del capitán Francisco Díaz Pimienta y hermana del General Francisco Díaz Pimienta, digo: Que por orden de S.M., que Dios guarde, fue a las Indias a traer el dinero don Francisco Díaz Pimienta, su hermano, el año pasado de 1641; y que en el ínterin llegaba el tiempo de traer la plata a España, desalojó a los ingleses que ocupaban la isla de Santa Catalina que está a noventa leguas de Cartagena, el dicho General mi hermano, con la dicha orden de S.M. fue con su armada y desalojó a los ingleses por fuerza de armas, por el favor de Dios; y después de haberlos rendido, entre los despojos que de ellos hubo fueron banderas, de las cuales me ha enviado dos y la descripción de la dicha isla de Santa Catalina para que se ponga en hacimiento de gracias en nuestra Capilla de Santa Ana, sita en la parroquia del Señor San Salvador de esta ciudad que edificó y dotó con muchas memorias el referido nuestro padre don Francisco Díaz Pimienta. A Vmd pido y suplico mande se pongan en la dicha nuestra capilla de Santa Ana las dichas dos banderas y la descripción de la isla de Santa Catalina; pues todo lo que en este asunto digo es público y notorio pública voz y fama; y el día que se hubieren de poner, se digan dos misas cantadas con diácono y subdiácono, la una al Espíritu Santo y la otra a nuestra señora Santa Ana, que pagaré limosna de ellas, y pido justicia = doña Lucía Díaz Pimienta”.
Don Francisco Díaz Pimienta fue nombrado Consejero de Guerra de S.M. y Almirante de su Real Armada. Títulos a los que agregó el de Señor de Puerto Real, cuyo señorío fue transmitido a su hijo primogénito.
El Almirante falleció en 1652.
MARTÍN PÉREZ, F.J.
FUENTES UTILIZADAS:
BOLETÍN DE LA REAL ACADEMIA DE HISTORIA (1899), Informes, El almirante Díaz Pimienta en Menorca (1637, 1646, 1648), pp. 273-277.
LORENZO RODRÍGUEZ, J.B. (1997), Noticias para la historia de La Palma, tomo II. Pp. 155-160.
WANGÜEMERT POGGIO, J. (1990), El almirante Díaz Pimienta y su época. Ayuntamiento de Tazacorte.
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